teoria de lewis acidos y bases
Ahora bien, ¿de qué manera cerrar en el aula un proyecto de alfabetización científica? Puede decirse que hay un consenso en muchos países en cuanto a fomentar diversidad de tácticas de enseñanza de la ciencia con orientación CTS; no obstante, en pocas de se hace explícito el fundamento didáctico y psicológico que las sustenta. Consideramos grave esta carencia por el hecho de que supone que el docente, en el momento en que intente llevar a cabo en su sala la iniciativa, en términos en general, sólo contará con orientaciones curriculares más bien deficientes para transformar realmente el proceso de enseñanza-estudio. Precisa, justamente, un modelo que dé sentido al conjunto de puntos que deberá modificar de sus concepciones y acciones en la enseñanza de un contenido particular. Todo ello como resultado de orientar la enseñanza de la ciencia hacia el estudiante y no con centro en el saber científico mismo, como se hace en la enseñanza clásico.
Entonces viene lo de que los ácidos con los que hay que tener especial cuidado en laboratorio cuando los manipulamos como son el nítrico, el sulfúrico y el clorhídrico son ácidos muy fuertes.
— Descubrir La Química (@descubrequimica) October 29, 2019
No obstante la relevancia y la cotidianidad de los conceptos ácido-base y pH, éstos no son de todo claros para los estudiantes e incluso algunos estudios declaran que lo mismo le sucede a los docentes. Dhindsa evaluó las preconcepciones de pH, ácido, base, y neutralización en los docentes y aunque los encuestados respondieron que la enseñanza de estos conceptos resulta fácil, se encontró que el comprensión que tienen no es completamente aceptable. • El pH del suelo (de la disolución aguada del suelo en un momento dado) influye de manera definitiva en la mayor o menor asimilabilidad de los distintos nutrientes necesarios para las plantas. El pH “ideal”, en todos y cada caso va a depender de la naturaleza del suelo, del cultivo en cuestión y del elemento fertilizante considerado. El pH del suelo es un factor de diagnóstico de suma importancia, siendo resultado de una secuencia de factores y a su vez causa de muchos problemas agronómicos. Si bien el rango perfecto de pH en el que medran óptimamente la mayoría de las plantas cultivadas oscila entre 6 y 7 unidades de pH, frecuentemente el pH del suelo de los jardines cambia entre 4.5 y 8 entidades de pH, que en función de lo que se desee plantar puede corregirse aplicando algunos complementos minerales. Así, rosales y tulipanes crecen óptimamente en suelos alcalinos; dalias y gladiolos en suelos neutros o poco ácidos; gardenias y hortensias en suelos muy ácidos.
Tabla Para Equiparar Las Teorías Ácido Base
Esto nos transporta a cambiar substancialmente la concepción de ciencia escolar y, en correo, los criterios en relación a puntos mostrados en la figura 2. Modelos y teorías son entendidos como constructos culturales que la ciencia ha concebido para dar sentido a los fenómenos de la naturaleza. De hecho, se puede definir la ciencia como un proceso de construcción de modelos con distintas capacidades de predicción, definición que une los procesos de la ciencia (elaboración de modelos y su utilización como herramientas del pensamiento científico) con sus artículos (Justi, 2006; Giere, 1999). No obstante, la cultura científica no únicamente integra el conocimiento de nombres y fórmulas, hechos y datos. Esta comprende asimismo entender el grupo de modelos y teorías de que se dispone actualmente para responder preguntas sobre los hechos que suceden a lo que nos rodea. En este sentido, modelos, analogías y metáforas desempeñan un papel central, al entablar puentes entre lo popular y lo desconocido uniendo, de esta manera, 2 realidades que hasta ese instante eran extrañas.
Otras reacciones enzimáticas útiles son las que intervienen en el curtido de pieles. Las enzimas intervienen en un sinnúmero de procesos para la elaboración de alimentos y bebidas.
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Otro mecanismo de control del pH sanguíneo radica en la utilización de sistemas químicos estabilizadores del pH, que protegen de los cambios repentinos en la acidez o en la alcalinidad. Estos sistemas estabilizadores de pH son composiciones de ácidos y bases débiles presentes de forma natural en el organismo. En condiciones de pH normales, los ácidos y bases débiles forman parejas de manera equilibrada.
En definitiva, su trascendencia es tal que se dijo que los modelos conforman la “forma de pensamiento dominante” en la Química. El sistema tiene una reacción en oposición a esta acción desplazándose hacia la derecha, de tal manera que, a medida que disminuye la concentración del ácido acético, incrementa la del ion acetato hasta el momento en que se reestablezca la estabilidad. En esta situación comprobamos como el pH de la disolución ha continuado prácticamente incesante.
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Según la teoría de Arrhenius un ácido se identifica por producir iones H+; o sea, por supuesto, simplificado pero deja argumentar varios fenómenos. Pocos científicos sostienen que realmente hay iones H+ involucrados, ofrecen, más bien, la intervención de iones complejos del tipo +. Volviendo a la receta de las abuelas, al poner exceso de bicarbonato en el agua de cocido de vegetales se tiene el riesgo de ablandar la textura de estos y hacerlos poco apetitosos ya que, como ya señalamos, las sustancias con peculiaridades básicas reblandecen o disuelven los tejidos orgánicos. Esta propiedad explica que se empleen cenizas o cal para hacer el nixtamal.28 Hay otras virtudes en el empleo de álcalis para el nixtamal. Las proteínas del maíz son de bajo valor nutritivo pero mejoran su calidad con la nixtamalización ya que se libera la niacina29 al hidrolizarse los enlaces que la sostienen unida a otros constituyentes. Piénsese, por servirnos de un ejemplo, en el vino, la cerveza, el queso, el pan, el yogur, etc. Por otra parte estos alimentos tienen una vida útil mayor que los alimentos de los que se obtienen, lo que enseña que hayan sido importantes vituallas de las primeras civilizaciones.
Hoy en día, el conocimiento científico ha pasado a formar parte de la civilización de la ciudadanía y se convirtió en una herramienta útil para desenvolverse en un planeta en que la ciencia y la tecnología resultan ser algo cotidiano. Sin embargo, aprehender el saber científico no ha sido simple; son numerosos los estudios que hacen referencia al fracaso y desinterés escolar que, en los últimos años, estresa a los estudiantes de ciencias (Vilches y Furió, 1999; Vázquez, Acevedo y Manassero, 2005). Este desinterés por la ciencia y las carreras científicas tiene diversos orígenes, entre los que resalta la presentación positivista de la ciencia y la descontextualización del conocimiento científico en su enseñanza clásico. Los contenidos disciplinarios a educar se vuelven complejos y poco significativos para el estudiante, especialmente cuando se muestran desconectados de la experiencia día tras día, fuera de todo contexto histórico y social. Afortunadamente esta inclinación ha ido modificando y el día de hoy los currículos escolares tienen dentro entre sus finalidades la alfabetización tecnocientífica, por el hecho de que lo que se quiere es que el estudiante y futuro ciudadano valore la herramienta de la dupla dentro del conocimiento científico y del tecnológico.
