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clasificación de los elementos por número atómico.
En consecuencia, el número atómico también será igual al número de electrones presentes en el átomo. De esta forma los átomos con un número impar de electrones serán paramagnéticos, al tiempo que los átomos con un número par de electrones van a poder ser paramagnéticos o diamagnéticos según sea su configuración electrónica.
Comunmente denominamos “magnéticas” a un conjunto reducido de sustancias que son atraídas por un imán y pueden llegar a formar, mismas, imanes. Desde el criterio científico estas sustancias reciben el nombre de ferromagnéticas y son principalmente los metales hierro, cobalto y níquel. En 1847 Michael Faraday descubrió que una muestra de bismuto era repelida por un imán fuerte, a este accionar le llamó diamagnetismo. Se trata de un efecto muy débil, difícil de medir, que presentan ciertas substancias tan recurrentes como, por poner un ejemplo, el agua.
Cómo Leer La Nomenclatura Química
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- A mediados de la década de 1930, 4 lagunas continuaban en espera para ocupar los espacios vacíos en la Tabla periódica.
- Entre las propiedades de los elementos químicos existen similitudes y diferencias que dejan conformar conjuntos semejantes.
Mendeléiev mantuvo que los elementos reales tienen un único atributo, su peso atómico, que se conserva cuando, por ejemplo, el sodio y el cloro se combinan para formar cloruro de sodio. También, puso énfasis en indicar que su clasificación periódica debía ver con los elementos concebidos como substancias abstractas y no con los elementos concebidos como substancias simples. Recientemente se ha sugerido que esta visión más filosófica de los elementos es lo que hizo que Mendeléiev tuviera una perspectiva más abarcadora, en tanto que sus competidores restringieron su atención a los elementos conceptualizados como substancias simples .
La aparente diversidad de los elementos del grupo 17 es aún más pronunciada, los elementos flúor y cloro que encabezan el grupo corresponden a gases tóxicos. El próximo integrante, el bromo es uno de los únicos dos elementos conocidos que existen como líquidos a temperatura ámbito, siendo el otro el metal mercurio. Moviéndose más apartados hacia abajo, podemos encontrar un elemento sólido, el yodo de coloración violeta-negro. Si a un químico novel se le solicitara agrupar estos elementos por su fachada, resultaría poco probable qué considerara la clasificación conjunta del flúor, cloro, bromo y yodo.
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Este descubrimiento fue fundamental por el hecho de que mostró el primer rastro de una regularidad numérica distribuida en el corazón de las relaciones entre la naturaleza y las propiedades físicas y químicas de los elementos. Se sugirió un orden matemático subyacente respectivo a como los elementos estaban relacionados químicamente entre sí.
Todos los elementos de un mismo grupo presentan igual configuración electrónica externa. Así los elementos del conjunto 1 tienen su electrón de afuera en el nivel s; los del conjunto 2 también en el s; etcétera. Los elementos situados en un mismo conjunto tienen propiedades químicas afines y sus propiedades físicas están similares. Para prosperar esta situación, se pueden utilizar estrategias didácticas lúdicas en el aula de clases, pues el juego representa una herramienta eficaz de cara al desarrollo de los entendimientos complejos.
Por servirnos de un ejemplo el isótopo u-238 puede incidir con 15 neutrones para formar u-253 que posteriormente padece la pérdida de siete de las partículas beta, dando por resultado la formación del elemento 99, llamado einstenio. Químicos y físicos han logrado sintetizar algunos de los elementos que faltaban entre el hidrógeno y el uranio . Aunados a estos fueron sintetizados un número importante de , 25 nuevos elementos alén del uranio, si bien nuevamente uno o más de como el Neptuno o el plutonio después fueron encontrados naturalmente en proporciones increíblemente pequeñas. J. Thomson había empezado a elucubrar sobre los arreglos de los electrones en los diferentes átomos que forman la Tabla periódica. De este punto en adelante, electrones y otras partículas escenciales, debían considerarse con una especie de naturaleza esquizofrénica como partículas y como ondas. Más exactamente la noticia de que las partículas se comportaban como ondas llegó a la red social de físicos teóricos y al mismo Erwin Schrödinger que había estudiado con profundidad el accionar del electrón en un átomo de hidrógeno en un intento de modelar las ondas.
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El trabajo de Gibbs apunta hacia la oportunidad de clasificar los elementos químicos en un “sistema”, sobre la base que semejanzas en sus propiedades, algo que será primordial como antecedentes de las propiedades periódicas. Como se puede apreciar, una manera de expresar los pesos atómicos puede tomar como base un gas y, el más sencillo lógicamente es el hidrógeno, que se constituye de los átomos más simples. Entonces, los pesos atómicos se podían organizar como números enteros del peso del hidrógeno tomado como unidad. Sin embargo, las investigaciones del químico sueco Jakob Berzelius35 ( ), y el belga Jean Stas ( ), probaban que los pesos atómicos de los elementos no eran en lo más mínimo múltiplos enteros del peso atómico del hidrógeno, más allá de que se acercaban. Complementariamente, la tabla periódica de los elementos químicos tiene una valor particular desde un criterio epistemológico, tal y como lo viene reiterando el químico y filósofo de la ciencia Eric Scerri (1953-), que tiene una importante obra creada en el tema4,5,6,7. La tabla periódica obviamente ocupa un lugar primordial en la filosofía de la química8,9, que es una exclusiva rama de la filosofía de la ciencia. Los isótopos son átomos que tienen exactamente el mismo número de protones (igual número atómico) pero distinto número de neutrones, en consecuencia, diferente número de masa, además ocupan el mismo sitio en la tabla periódica de los elementos.
Un poco antes, en 1815, el físico radicado en Londres William Prout, ha propuesto otro principio general. En unos pocos productos, que él publicó en forma anónima, Prout escribió que dado que los pesos atómicos de muchos elementos parecieran ser múltiplos enteros del peso del hidrógeno, sugería que todos los elementos estaban compuestos por múltiples hidrógenos. Pero algunos elementos así como el nitrógeno, que entonces tenía un valor de 12.6 con relación al hidrógeno, parecían ir contra la hipótesis de Prout. Los seguidores de Prout veían esos hechos como anomalías que ocasionalmente desaparecerían con la determinación más precisa de los pesos atómicos. como analizaremos en la sección 6, la tabla iniciativa maximiza las triadas de número atómico, tal como aboga Scerri en sus últimos trabajos, y en un mayor número que en las tablas que ha propuesto.
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El número atómico es el número que se encuentra en la esquina superior izquierda y el peso atómico es el número ubicado en la parte inferior, como en este ejemplo para uranio. Si bien la afinidad electrónica parece variar de forma anárquica y desordenada a lo largo de la tabla periódica, se tienen la posibilidad de ver patrones. Los no metales tienen afinidades electrónicas más bajas que los metales, exceptuando los gases nobles que muestran valores positivos por su seguridad química, en tanto que la afinidad electrónica está influenciada por la regla del octeto. Con ayuda de su tabla periódica, los alumnos acabarán de llenar la información que les falta, es decir, el símbolo y número atómico del elemento. Una vez definido esto, van a poder buscar en su respectiva torre el bloque de madera que tiene dentro esta información y proceder a retirarlo, empleando solo 2 dedos y procurando que no se caiga. Luego de retirar el bloque, van a deber ponerlo en el nivel superior para completarlo así como, de forma cruzada. Cada tarjeta tiene un puntaje diferente, que será acumulado por los equipos conforme reconozcan apropiadamente la información faltante y lo retire de la torre sin que se caiga.