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clasificación de los elementos por número atómico.
Unos años una vez que Dalton y otros habían anunciado sus listados de pesos atómicos, William Prout apreció que varios de los pesos atómicos ciertos para los elementos parecían ser múltiplos enteros del número de peso del átomo de hidrógeno. Su conclusión fue algo obvia, quizás todos los átomos estarían recientemente compuestos de átomos de hidrógeno.
- Debe serse cuidadoso al tratar de imponer hermosura o regularidad en la naturaleza donde no podría realmente estar presente.
¿qué Caracteriza A Los Elementos Metálicos?
En 1913 van den Broek escribió un libro que apareció en Nature, esta vez conectando explícitamente el número de atómico de cada átomo con la carga en todos y cada átomo. Más importante tal vez, había separado este número de serie con en comparación con peso atómico. Este archivo histórico fue elogiado por varios expertos en el campo incluyendo a Sody y Rutherford, quienes apreciaban la situación tan proximamente como el mismo van den Broek. Esto puesto que se encontraba claro que en términos de similitudes químicas el telurio debía agruparse con los elementos del conjunto VI y el yodo con los elementos del conjunto VII revirtiendo la inversión. Mendeleev tenía la duda del peso atómico del telurio y se mostraba más confiado en el peso del yodo, con lo que en varias de sus Tablas periódicas subsecuentes el telurio aparecía con un peso atómico de 125, sosteniendo su fidelidad al ordenamiento de los elementos por su peso atómico por el resto de su vida. Mendeleev parecía prestar particular atención a las propiedades químicas de los elementos, sin embargo en el momento en que llegó el momento de elegir su principio rector para la clasificación de los elementos insistió en que el ordenamiento de los elementos por su peso atómico no toleraría salvedades. Por supuesto, muchos de los precursores de Mendeleev como De Chancourtois, Newlands, Odling y Lothar Meyer habían reconocido la importancia del peso atómico en el ordenamiento de los elementos en diferentes grados.
En la década de 1980, los científicos descubrieron la superconductividad, siendo el fluído de una corriente eléctrica con una resistencia cero, produciéndose a temperaturas bastante superiores de las que anteriormente habían sido observadas. En el momento en que John Dalton publicó su teoría atómica en 1805, conservó numerosos símbolos alquímicos de los elementos. Estos eran algo confusos y complicados en su interpretación lo que complicaba significativamente fueran plasmados en la reproducción de libros y productos. La utilización moderno de los símbolos que representan a los elementos fue introducido por el químico Jöns Jacob Berzelius en 1813. No obstante otros nombres de los elementos derivan de lugares geográficos relacionados con los minerales donde fueron encontrados.
Tras la desaparición de Mendeleev, Henry Moseley logró determinar los valores experimentales del número atómico de cada elemento; o sea, encontró la forma de medir verdaderamente el número atómico, algo que ya no ha podido solucionar Mendeleev. Con estos conocimientos, Mendeleev realizó muchas predicciones sobre nuevos elementos y creaciones, y para 1871 presentó su segunda y mejorada tabla periódica con algunas casillas vacías donde en algún instante los elementos por descubrirse iban a tener su lugar. Los protones y los neutrones forman el núcleo atómico mientras que los electrones orbitan en torno a éste. Complementariamente, estas partículas están definidas por su carga eléctrica, donde los protones tienen una carga eléctrica efectiva, los electrones negativa y los neutrones como su nombre lo señala, no tienen carga alguna, aunque aportan otras peculiaridades al átomo. El átomo es el ingrediente primordial de toda la materia o sea, todo lo que existe en el cosmos físico conocido está hecho de átomos.
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La forma en que se muestra el Sistema periódico es un tema impresionante y que apela sobre todo a la imaginación habitual. Desde la época de las primeras Tablas periódicas de Newlands, Lothar, Meyer, y Mendeleev, ha habido muchos sacrificios para conseguir una Tabla periódica “ultimate”.
Pero visto que el tercer orbital pueda albergar 18 electrones no rigurosamente explica porque varios de los periodos del Sistema periódico poseen 18 lugares. Finalmente el cuarto número cuántico representado como milésimas de segundo solo puede adoptar dos valores probables, así sea +1/2 o -1/2 entidades spin actualmente angular. Por consiguiente, se crea una jerarquía de valores relacionados entre los cuatro números cuánticos, que describen cualquier electrón especial en un átomo. La teoría cuántica afirma que la energía viene determinada en paquetes sutiles y que no hay valores intermedios que puedan aparecer entre algunos números enteros múltiplos de la cuantía básica de energía. Esta teoría fue aplicada de manera exitosa al efecto fotoeléctrico en 1905 por Albert Einstein, probablemente el físico más refulgente del siglo XX.
Y esto tendrá efectos positivos, no solo en el proceso de enseñanza–aprendizaje, sino asimismo, en un concepción mucho más rica de la naturaleza de la química. En el grupo VIII, Odling empleó el nombre de glucinio , con el símbolo “Gl”, para referirse al berilio, Be. Pese a que hay 4 electrones después del subnivel 5p6 (es decir, de la configuración electrónica del Rn) se considera que los electrones de valencia son solo 3 ya que el bloque f pertenece al grupo IIIB o 3.
Incluso se presentó la entonces novedosa noción de que los electrones no siguen trayectorias definidas u orbitales alrededor del núcleo. En cambio la descripción cambió al abordar las nubes electrónicas que se consideraban manchas amorfas, al concebirse ocupadas por orbitales atómicos. La más reciente explicación del sistema periódico se da en términos de cuántos de los orbitales atómicos están ocupados por los electrones. La explicación es dependiente del arreglo del electrón, o configuración de un átomo que es descrita hacia afuera acorde la ocupación de los orbitales. Estos son algunos ejemplos de ambigüedades en lo que puede denominarse clasificación secundaria, que no es tan indudable como la clasificación principal o la ordenación secuencial de los elementos. En términos químicos clásicos, la clasificación secundaria se ajusta a las semejanzas químicas entre los distintos elementos de un mismo grupo. En términos modernos, la clasificación secundaria es explicada a través de el concepto de configuraciones electrónicas.
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De igual forma se tenía conocimiento del orden de llenado de orbitales acorde las observaciones pero no englobado en una teoría estructurada. Bohr entonces, amplió su modelo para cubrir cualquier átomo de un número mayor de electrones en lugar de limitarse al átomo de hidrógeno.